No hay tema como el desnudo tan bello y tan adecuado como instrumento de aprendizaje. En el transcurso de la historia siempre ha estado presente, pero en el Renacimiento se produjo un verdadero cambio a la hora de pintar un desnudo: el arte se centró en un mejor conocimiento del cuerpo humano, y los artistas, apoyados por una técnica nueva y de grandes posibilidades como el óleo, situaron el desnudo en un lugar preferente.

En este artículo te facilitamos 4 pasos para pintar un desnudo que te van a ayudar mucho esta tarea:

  1. Encaje con carboncillo y manchado: El primero de los pasos para pintar un desnudo es el del dibujo… En cualquier escenario se establecen una serie de relaciones de luz y sombra que determinan decisivamente una representación.  Se establece una primera comprensión de la imagen basada en la línea y el contorno, una aproximación al cálculo de proporciones y al establecimiento de la composición y el equilibrio formal. El trabajo se centra después en la mancha y la valoración, en la cual se establecen los tonos que aportarán, profundidad, volumen y carácter. Con carboncillo se construye la estructura de la figura. La primera intención es encontrar un ritmo lineal que determine el gesto de la figura; mediante líneas sinuosas se definen los contornos, los elementos internos y la inclinación de la figura. Con el mismo carboncillo se realiza una valoración de los oscuros que determinan el volumen. Se añade esencia de trementina la carboncillo para crear una imagen difuminada del volumen y poder aplicar después la pintura al óleo de forma fundida. Las manchas que se habían realizado antes quedan ahora fijadas al aplicar la esencia, y, por tanto, se convierten en definitivas.
  2. Las formas no se definen al principio: En el segundo de los pasos para pintar un desnudo te aclaramos que el hecho de realizar mezclas con el óleo depende en gran medida de la fase de mancha en que se encuentra la obra. Las primeras fases del cuadro requieren una ejecución rápida y decidida; muchas mezclas y valores se realizan sobre la misma tela para dar una primera sensación cromática y para tapar el blanco de dicha tela, pues podría confundir. Los matices y mezclas posteriores deberán realizarse con mucha más atención formal. Se añaden unas pinceladas para establecer el tono general de la carnación, unos tonos más cálidos para las luces y otros más intensos para las sombras, así definiremos el volumen.
  3. Graso sobre magro: En óleo el proceso de secado es más rápido cuanto más diluido se aplica, es decir, cuanta más carga  de trementina contenga. En esta técnica, el proceso de pintura se basa en el principio graso sobre magro, es decir, las capas tienen que ser más oleosas conforme se vaya avanzando para garantizar la perfecta fijación de la pintura. Lo lógico es empezar aplicándolo con diluyentes como la esencia de trementina e ir añadiendo en las nuevas capas disolventes más grasos. Con carboncillo se esboza la figura del modelo buscando la síntesis. En el fondo se aplica una tonalidad neutra y en el modelo se utilizan diferentes colores que describan la carnación. Finalmente la figura se empasta y se contrasta.
  4. No empastar en exceso: El último de los pasos o recomendaciones que te demos para pintar un desnudo es no empastar en exceso. El proceso de la pintura consiste en construir un cuadro superponiendo sucesivas capas de pintura. Para ello es fundamental aplicar los primeros colores con el óleo rebajado con esencia de trementina e ir intensificando la densidad de la pintura con cada nueva capa. Cada tema requiere un trabajo más o menos texturado de la pintura. Por sus características, contrariamente a lo que suele ocurrir en el paisaje, el desnudo se plasma mejor con un trabajo menos texturado.

Hasta aquí nuestros 4 pasos para pintar un desnudo que debes conocer. Como siempre esperamos haberte aportado algo nuevo. Estaremos encantados de recibirte en nuestros cursos de dibujo y pintura en Madrid.

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