¿De qué está compuesta una pintura? La pintura, está compuesta de un pigmento (que le aporta el color) y un aglutinante (que hace que el color se fije sobre el soporte). En general, los pigmentos no son solubles en el aglutinante sino que permanecen dispersos en él. El artista, debe conocer bien las técnicas pictóricas a emplear para así garantizar la durabilidad de su obra.

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Dependiendo del aglutinante, tendremos diferentes tipos de pinturas:

– Acuarela: En la acuarela, el pigmento está muy finamente molido y el aglutinante es la goma arábiga. El disolvente para esta técnica pictórica es el agua, y el soporte en el que se suele trabajar es el papel.

– Pastel: Es una técnica seca. Sobre el papel, que es el soporte sobre el que se trabaja, se aplica directamente el pigmento, que viene en forma de barra. Esa barra no es nada más que el pigmento mezclado con goma de tragacanto. Una vez finalizado nuestro trabajo sobre el soporte, hay que fijarlo o aglutinarlo al mismo. Para este fin, hay fijadores en el mercado o bien fabricar uno casero a base de una solución de goma laca diluida en alcohol.

– Acrílico: El acrílico como el óleo o la acuarela, es una técnica húmeda. Se  compone de pigmento y un a emulsión de polímero acrílico. Son fáciles de generar de forma casera otras pinturas similares, los «vinílicos» que son pigmento aglutinado con acetato de polivinílo. Con esta técnica, como soporte se suele emplear el lienzo, la tabla o la tabla entelada. Aunque también da excelentes resultados sobre papel, sobre el metal e incluso sobre el cristal. Es muy interesante en las técnicas mixtas en las que se mezcla con materias de carga como el polvo de piedra pómez.

– Óleo: El óleo, es una técnica pictórica, consistente en la mezcla de pigmentos con un aglutinante a base de aceites. El más usado es el aceite de linaza. También se suele añadir a la mezcla un bajo porcentaje de cera de abejas. Como diluyente se puede emplear el propio aceite de linaza o un barniz rebajado a base de una resina (Dammar) y esencia de trementina. El disolvente es la esencia de trementina que es un aguarrás muy purificado o el white spirit, que es un derivado del petróleo carente de olor. Se aplica sobre lienzo, tabla, tabla entelada o papel.

– Temple al huevo: El aglutinante es una emulsión a base de agua y yema de huevo. Deja una textura muy uniforma, pero no admite más de tres capas de repinte. Si no, puede cuartear. «El nacimiento de Venus» de Boticcelli  está pintado con está técnica.

– Fresco: La técnica del fresco, se basa en un cambio químico, los pigmentos molidos y mezclados con agua pura se aplican sobre una argamasa reciente de cal y arena, mientras la cal está aún en forma de hidróxido de calcio. Debido al dióxido de carbono de la atmósfera, la cal se transforma en carbonato cálcico, de manera que el pigmento cristaliza en el seno de la pared. Los procedimientos para pintar en fresco son sencillos pero muy laboriosos.

– Encáustica: En esta técnica pictórica, la cera es el aglutinante de los pigmentos. La mezcla es muy cubriente y es cremosa y densa. Se aplica en caliente a base de espátulas o pinceles específicos para tal fin. El acabado es un pulido que se hace con trapos de lino sobre  una capa de cera caliente previamente extendida que actúa como protección.

Existen más técnicas pictóricas menos usadas como el temple a la caseína y algunas otras que veremos en otro artículo.

 

Guillermo Granero

www.degranero.es

 

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