En julio y agosto de 1962, cuando Andy Warhol expuso por primera vez sus cuadros de sopas enlatadas  de la maraca estadounidense Campbell´s (un total de 32 ejemplares), el artista los presentó de la misma forma en que entonces se ofertaban las conservas en el supermercado: unos junto a otros y a idéntica distancia, de total conformidad con las nociones de la época sobre product placement. En otras palabras, según un punto de vista estético orientado hacia lo comercial. Sin embargo, el lugar de la muestra no fue uno de los grandes almacenes de Los Ángeles, sino la Ferus Gallery, un establecimiento comprometido con el pop art. Cada cuadro costaba 100 dólares, mientras que el modelo original solo estaba valorado en 29 centavos. Técnicamente, los cuadros eran un producto semimecánico, una mezcla de pintura, serigrafía y un procedimiento de estampación que se realizaba en parte de forma manual y en parte mecánicamente. Aunque una mirada superficial no permite apreciar ningún tipo de diferencia entre los cuadros de 50,8 x 40,6 cm., las latas diferían unas de otras en un detalle decisivo: cada ejemplar representaba un sabor distinto, una nota individual entre la simetría.

 

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Campbell´s Soup Can (Tomato). 1962, pintura acrílica, serigrafía sobre lienzo, 50,8 x 40,6 cm. Colección privada.

 

Esta exposición de Andy Warhol significó una provocación consciente, no solo por la cotidianidad del tema y la estereotipia de la representación, sino también por el paralelismo entre galería de arte y supermercado, entre el comercio del arte y el de la alimentación. Para Warhol, quien también había estudiado sociología, el contexto social en el que se revela una obra de arte era tan significativo como el objeto en sí, y en su opinión también el objeto reflejaba un trasfondo social. Las sopas Campbell´s, la Coca-Cola, los Kellogg´s y el detergente Brillo, productos elaborados industrialmente por la civilización norteamericana  y que Andy Warhol elevó a dignidades artísticas, marcaban la vida de la clase media estadounidense que el artista representaba tanto como el sexo o la muerte.

Como pieza individual y tal como les contamos a nuestros alumnos de clases de pintura en Madrid, Campbell´s Soup Can, una versión posterior y ampliada de la lata de sopa de tomate, podría motivar la falsa impresión de que el artista sólo pretendía glorificar el idioma de la cultura popular. Sin embargo, para él, el efecto social no era menos importante. «Lo que hace de este país una tierra fabulosa es que América fundó una tradición en la que los consumidores más ricos de hecho compran las mismas cosas que los más pobres. Puedes mirar la televisión y beber Coca Cola, y sabes que el presidente bebe Coca Cola, que Liz Taylor bebe Coca Cola y piensas que tú también bebes Coca Cola. Una Coca Cola es una Coca Cola, y por mucho dinero que tengas, tu Coca Cola no será mejor». Por ello procuró establecer una situación similar en el ámbito del arte. Con la ayuda de métodos de fabricación estandarizados aportó al arte la magia de la repetición. Después de que la fotografía se proclamara la «gran igualadora» en el panorama cultural, ek arte siguió el mismo camino con Andy Warhol.

Esperamos que con este breve artículo hayas conocido algo más sobre la obra de este genial artista. Siempre estaremos encantados de recibirte en nuestras clases de dibujo y pintura en Madrid.

 

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